miércoles, 6 de febrero de 2008

La Bodega Insular, inservible tras una millonaria inversión


ES QUE ESTOS POLITICOS SON IMPOSIBLES DE SUPERAR. COLEGIALAS
La Bodega Insular de Gran Canaria hace aguas por todos lados. La estructura es un auténtico desastre debido a sus problemas de impermeabilización, y eso a pesar de que para su puesta en marcha se invirtieron más de cuatro millones de euros, y carece de maquinaria adecuada para normalizar la producción de vino.
En 2001 el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo, Francisco Sánchez, promovió la construcción de una bodega para la Isla. La iniciativa contó con el apoyo del Ayuntamiento de San Mateo, que cedió una parcela de 8.000 metros cuadrados en la zona de Los Almendros para su construcción. Un año después, el Servicio de Cooperación Institucional realizó la contratación de la ejecución de la obra civil en dos fases: una de 2.568.830,11 euros a la empresa Mazotti, y las obras de asfalto a Matías Marrero, por un importe de 710.930,02 euros. Una vez concluyen estas obras se elabora un proyecto de acondicionamiento y embellecimiento por una cuantía de 385.388,11 euros, al que hay que unir la contratación de la maquinaria para vinificación a la empresa Mazotti, en este caso por 343.060,97 euros.
En 2005 se detectan goteras en la bodega y la empresa adjudicataria realizó un cambio en la tela asfáltica y el pavimento de la terraza, pero con el paso de los meses se demostró que las modificaciones no solventaron el problema. Aún habrá que añadir 148.604,75 euros para el suministro eléctrico y otras dotaciones, lo que supone una inversión total de 4.156.814,56 euros.
En septiembre de 2005, el entonces presidente del Cabildo, José Manuel Soria, inaugura la bodega. Meses después llegan las elecciones.
Para el actual consejero de Agricultura, Demetrio Suárez, todo ha sido «un despropósito». Entiende que «la política agrícola en la Isla dejó de existir hace tiempo» y añade que «cuando no se tiene una meta fijada aparece la no culminación del proyecto».
Hace meses, el Cabildo encargó un informe sobre el estado de la bodega al enólogo Juan Jesús Méndez. El experto dejó de manifiesto las deficiencias del espacio y la falta de medios para normalizar la producción de la planta vinícola. Para ello se necesitará invertir más de 1,1 millones de euros, a ejecutar en dos fases. Pero sin duda lo más urgente es reparar la estructura. Méndez cree que «es una pena que no se le esté sacando el partido que se puede a la instalación». Si se corrigen los problemas de estructuras y se invierte «en 4 o 5 años el funcionamiento de la Bodega Insular estaría normalizado».
El Cabildo espera firmar un convenio de 302.000 euros con la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias.
De cara al futuro.
La Consejería de Agricultura de Gran Canaria se ha planteado remontar el vuelo de la Bodega Insular. El primer paso ha sido encargar un informe que determine los problemas y necesidades para su puesta en marcha definitiva. Por otro lado, el Cabildo estudia la posibilidad de ceder el solar que se encuentra al lado de la bodega, de 4.000 metros cuadrados, a los agricultores para crear una planta de almacenaje y empaquetado. Asimismo, se plantea la puesta en marcha de una oficina de información turística en la Casa del Vino. Otra propuesta está destinada a crear una cooperativa que agrupe a los profesionales del sector. Mientras, una campaña potenciará las bondades de los vinos de la tierra.